Maratón de Atenas, The Authentic- Delia Garay

Hola a todos!

Esta entrada es de mi segunda Guest Posting, mi gran compañera del Club Gato Araiza, Delia Garay, un mujerón. Participó en el Maratón de Atenas, The Authentic y para mi es un privilegio que haya aceptado mi invitación a escribir y compartirnos el lujo de detalles de su 4to maratón y su primero internacional, es una mujer a quien admiro mucho por toda su determinación, y como dice en su escrito, nos enseña que lo que soñamos lo podemos hacer realidad.

Muchas gracias amiga por tus palabras tan bonitas y el lujo de detalles de tu maratón!!

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Maraton de Atenas The Authentic.

Delia Garay Cadena.

El Maratón de Atenas,The Authentic, más que un maratón, es una experiencia en todos los sentidos, es correr historia, así que cuando Martha Farías me hizo la invitación para correrlo no lo dudé ni  lo pensé por un segundo inmediatamente dije que “SI”  y así empezó mi gran Aventura.

Platiqué con el entrenador el Sr. José Luis Araiza «El Gato» y me dijo: “Adelante»…..Empecé el 12 de Agosto y terminé el 3 de Noviembre, fueron tres meses de entrenar diario a las cinco de la mañana, aunque hubo días, muchos días que tenía que llegar a la pista del olímpico a las 4:40 am para poder terminar a las seis e irme a trabajar, fueron días de mucha disciplina, de cuidar mi alimentación, de no desvelarme, de dejar fiestas y reuniones y  de cuidar mi descanso.

Este sería mi cuarto maratón, ya había corrido en la ciudad de Torreón tres ediciones del Maratón Lala, en los cuales había mejorado mis tiempos y había disfrutado mucho el recorrido.

Inicia la aventura

La cita para el Maratón de Atenas era el domingo 10 de Noviembre, así que nos fuimos el día 7, íbamos mi hermana Rosalina (de porra), Martha Farías y yo, volamos vía  Monterrey,  Atlanta, Paris, Grecia.   Llegamos el día 8 a Atenas, Grecia y ahí en el aeropuerto ya se sentía la emoción del Maratón, había un espacio especial para los corredores que estábamos arribando de diferentes países, nos acercamos y amablemente nos dieron toda la información que necesitábamos, como la ubicación del lugar donde tendríamos que ir a recoger nuestro kit y el lugar donde estarían saliendo los camiones que nos llevarían al punto de salida del Maratón.

Dejamos el equipaje en nuestro hotel, tomamos un taxi y nos fuimos a recoger el kit, era un lugar grandísimo lleno de personas de diferentes nacionalidades, escuchando a nuestro alrededor diferentes idiomas, todo súper organizado, ahí conocimos a un chavo de la ciudad de León, Guanajuato, platicamos con él un rato y nos despedimos deseándonos buena suerte.

El sábado 9 nos dedicamos a “turistear”,  nos fuimos en un  tour en un camión “doublé-deck” con el fin de no caminar tanto y estar listas para el gran día. Esa noche preparé mi ropa, puse mi número en mi playera, dejé todo listo y me acosté temprano; claro que no pude dormir casi nada, ya que los nervios y la adrenalina que se siente antes de correr un maratón habían hecho presa de mí.

El gran día llegó…

A las 4:00 am sonó la alarma y a las 4:30 salimos del hotel  a buscar al camión que nos llevaría a la Ciudad de Maratón, ya las calles se estaban llenando de corredores haciendo lo mismo, una completa organización en transportar a cientos de compañeros, todo en completo orden y seguíamos escuchando diferentes idiomas, corredores de todo el mundo nos habíamos dado cita para vivir esta gran experiencia.

Llegamos a la Ciudad de Maratón nos bajamos de los camiones en el  Estadio de Atletismo y empezó a llover,  en este estadio se iba a dar el disparo de salida, ahí se encuentran varias reliquias deportivas relacionadas con el primer maratón de los Juegos Olímpicos de la Edad Moderna.

Había muchísimos voluntarios ofreciéndonos impermeables, botellas de agua, vaselina, geles energéticos, plátanos y empezaron a organizarnos para ubicarnos en nuestros corrales y hacer el juramento olímpico, este fue un momento muy emocionante, éramos 20,000 hermanados por una misma pasión. El disparo de salida se dio a las 9 de la mañana y seguía lloviendo, los primeros 4 kms eran planos y empezamos a agarrar nuestro ritmo, entre los kms 6 a 10 pasamos por la Colina de la Llanura de Ciudad de Maratón, que es la tumba de los soldados Atenienses y hasta ahí todo iba bien, yo en mi ritmo, disfrutando y todavía en compañía de Martha; del Km 11 hasta el 18 empezamos cuesta arriba y ahí Martha se me adelantó y me quedé yo con cientos de corredores al lado mío.

Rendirse no es una opción

Al llegar al Km 21 ya iba muy cansada más de lo normal, cuando mi experiencia en los otros maratones que había hecho en ese mismo km lo pasaba “enterita o completa” como decimos lo corredores……hubo un momento de confusión en mi mente …..»¿Qué me está pasando?  ¿Salí mas rápido de lo que debía? ¿Por qué voy ya tan cansada y no es más que la mitad del recorrido?” Me detuve y me dije «Hiciste todo el entrenamiento, te apoyaste con una buena nutrióloga, te hidrataste bien»……..Es la ruta la difícil !!!  

Recuerda tu meta

Voltée a los lados y vi el cansancio y el esfuerzo que estaban haciendo los demás corredores y eso me confirmó que estaba ante un recorrido mucho muy difícil, más del que yo me había imaginado y ahí tome la decisión de no presionarme ya que no iba a lograr mejorar mis tiempos, que este maratón no era sólo un evento deportivo o un recorrido difícil, era algo más, ya que era la misma ruta que hace muchísimos años el soldado Filipides corrió sin descanso a anunciar la victoria de Grecia sobre los Persas, ya que si no llegaba a tiempo las mujeres atenienses debían matar a sus hijos y suicidarse después para evitar ser capturadas por los Persas, y ahí estaba yo, sin conocer a nadie, entre cientos de corredores, haciendo la misma ruta que este soldado, emocionada y cansada pero siempre pensando en llegar a la meta, siempre viendo hacia adelante y no quedarme a la mitad del recorrido.

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En alguno de esos kms vi delante de mi a un corredor con playera de la ciudad de Monterrey, me le emparejé y nos fuimos juntos un rato, era el Sr. Ancira, una persona con mucha experiencia y con muchos maratones corridos. Nos fuimos apoyando y dando ánimos por unos kms y luego él se me adelantó y me volví a quedar sola, pero siempre confiada y segura de mí.

Unos kms más adelante volví a ver a un corredor con la misma playera de Monterrey, me fui al lado de él, era el Padre Paco, una persona muy agradable en su plática, en su forma de tratarme y hablarme. Me contó su historia cómo y  por qué había empezado a correr, al lado de él me sentí segura, protegida, pero su paso era más lento que el mío y tuve que dejarlo atrás……….y el recorrido seguía cuesta arriba y yo me preguntaba, ¿cuándo viene la bajada?  Ya para este tiempo había camiones al lado de la ruta donde se iban subiendo corredores que iban lesionados o que ya no podían continuar.

Vayas a donde vayas, ve con todo tu corazón.
-Confucio-

Después del km 31 o 32 se terminó la subida, ya íbamos en terreno plano pero ya las piernas demasiado cansadas, ya oíamos y veíamos más gente animándonos en las calles, me llamó mucho la atención la porra para México de los griegos, (en mi playera llevaba nuestra bandera y llevaba impreso México ), las personas nos daban ramos de olivo, después supe que es una forma de agradecimiento por estar en su país .

En el km 35 iba una pareja de mexicanos, si mal no recuerdo organizadores o parte muy importante del maratón Powerade de Monterrey, ya estábamos  a 7 kms de la meta!!!!!  Ellos se pararon en un puesto de hidratación y se quedaron atrás de mí.

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En los últimos 4 o 5 kms volví a recuperarme porque ya el terreno iba de bajada y porque sabía que estaba ya casi por terminar, volvió la vida a mi cuerpo………aunque ya empezaba a sentir un poco de calambre en uno de mis pies y pensé “No pasa nada Delia, ya casi llegas, un último esfuerzo y ya» , al dar vuelta en una de la avenidas ya solo me faltaban como 300 mts para llegar a la entrada del Estadio Panathinaiko, en donde estaba la meta, había una valla de gente por ambos lados de la calle y por casualidad me toco pasar sola y solo escuchaba los gritos de México, México Vamos !!!!……

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Y ahí sentí un gran nudo en la garganta y una ganas tremendas de llorar, por fin entre al Estadio a cruzar la tan ansiada meta ….escuché los gritos de mi hermana Rosalina y Martha que estaban sentadas en las gradas del Estadio ………crucé la meta ….. Miré al cielo……di Gracias a Dios y caminé unos metros por mi medalla, cuando la pusieron en mi cuello ya no pude más y empecé a llorar, sintiendo una emoción indescriptible, mi cuerpo estaba agotado completamente, pero mi mente se había fortalecido enormemente, caminé a buscar a mi hermana y a Martha sintiéndome muy orgullosa de mi y confirmándome una vez más que lo que soñamos lo podemos hacer realidad.

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Lo que soñamos lo podemos hacer realidad.

 

Besos a todos!

Claudia C.

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