Hace poco más de un mes fue la carrera 5k y 10k de Coahuila «Fuertes contra el cáncer», una carrera muy especial en el mes rosa de Octubre. Para mí en lo particular significaba muchísimo, hace dos años, mi tía Licha, hermana mayor de mi mamá, empezó su lucha contra el cáncer, así que en ese tiempo decidí correrla por ella, para apoyarla de todo corazón, junto con mi mamá que también era una guerrera.
Ahora después de dos años de dolor, entrega, esfuerzo, amor a su familia y sobre todo de lucha, mi tía partió a la luz de Dios, 10 días antes de la carrera. Por esta razón, a pesar de tener mucho tiempo sin entrenar y correr, quería estar presente en este 10k y dedicársela a ella a mi mamá y a todas las guerreras del cáncer.
Ya se imaginarán cómo estaba de sensible, pensar en esa fecha y todo tan reciente, dudaba un poco en correr, pero la verdad extrañaba tanto la adrenalina de estar dentro de una carrera y llegar a la meta y necesitaba canalizar mi tristeza de alguna manera y qué mejor que con una carrera, mi terapia, ese sentimiento que no se experimenta con nada más, con decirles que hasta soñaba con carreras o maratones hahaha, mi subconsciente me lo pedía a gritos y además sabía que podía hacerlo, mi cuerpo tenía la memoria y confiaba plenamente en él.
Así que me preparé, no con mucho tiempo de anticipación hahaha pero desde el viernes empecé a hidratarme, comer lo más sano posible, ingesta de carbohidratos buenos, mis licuados, claro sin dejar a un lado mis vitaminas para hacer buen papel, aunque no iba por tiempo, no quería que mis piernas fallaran o que a mitad de la carrera me tuviera que salir por calambres, si ella estuvo en lucha dura yo también podía con eso.
Con la emoción a flor de piel
El sábado fui a recoger mi kit muy emocionada junto con mi amiga Karli, nos tomamos foto por supuesto haha, nunca puede faltar la del día previo y ya desde ahí, cuando me puse a llenar el formato de la carrera que te pedían dedicatoria, ya estaba con la lágrima a todo lo que daba.
Como tenía rato sin correr, saqué mis cosas, cangurera, tenis, outfit, etc. esta vez correría con la playera del evento. Me hice una pasta con atún para comer y cenar, tomé mis electrolitos y me dormí temprano.
No sé por qué siempre me pasa que el día antes de cualquier carrera, nunca puedo dormir, o la mayoría de las veces me pasa que batallo muchísimo por la emoción y el nervio. A pesar de que era una carrera corta relativamente, mi mente divagaba y traía mil nervios, me puse a hacer meditación y visualización de la carrera y meta para relajarme y me quedé dormida.
¡De regreso a correr!
Al día siguiente me paré, me preparé, desayuné un pan con nutella y en mi mente empezaba a las 8 am haha, y a las 7:30 me di cuenta que empezaba a las 7:45 haha así que le avisé a mi mamá y fuga haha, le corrimos quien sabe cómo y apenas llegamos, me dio la bendición, me abrazó y me fui a mi bloque de volada, medio calenté, lo poco que pude con flexiones de rodillas y pies y en eso dieron el disparo de arranque.
Andaba un poco estresada y enojada conmigo misma por ese error de horario, porque no me sentía segura con casi nada de calentamiento, cuando yo soy siempre muy cuidadosa en eso para evitar lesiones. Traté de relajarme y me visualicé corriendo bien y siempre pido a mi ángel de la guarda que me cuide en cada paso, y ahora pedí a mi tía que estuviera presente.
Así que mis primeros pasos fueron con la emoción a flor de piel, lágrimas en mis ojos por todo lo que sentía, emoción, nervio, tristeza, pero a la vez me sentía fuerte y confiaba en todo mi cuerpo y capacidad. No sé si les ha pasado, que cuando dejas de hacer algo por algún tiempo y regresas a eso después, te sientes como tronco o duro, pues así me sentía, pero se fueron aflojando las piernas y nuevamente sentía esa libertad de siempre y me dispuse a disfrutar cada paso que daba como si fuera el último. Pensar que muchas personas habrían querido estar donde estaba yo en ese momento, por eso era como una manera de celebrar la vida.
A los 3 kilómetros, como era todo de subida, empecé con un pequeño calambre o piquete en la rodilla izquierda pero no dejé que me afectara, no me sorprendía la verdad, sabía que podía pasar dadas las circunstancias anteriores haha, le hablé a mi cuerpo, «somos un equipo, podemos con esto, sólo 7 kms más, no me friegues ahorita, vamos piernas ustedes pueden, son fuertes» y me visualicé con una luz blanca en la rodilla, siempre lo hago cuando tengo molestia y funciona. Seguí con el ritmo suave sin parar, ese era el objetivo que tenía, hacer toda la carrera sin parar, aunque fuera a un ritmo suave, pero sin rendirme, porque representaba la lucha de mi tía, de mi mamá y de todas las guerreras, así que estaba prohibido parar.
Les confieso que en esa parte donde más quería parar, más sentía que iba acompañada, que ella estaba a mi lado corriendo como si me gritara con sus palabras «Vamos chula tú puedes», así que seguía sin parar. En una de esas, como mi mamá trotó/caminó la de 5k, hubo un momento que me la topé, ella no me vio, pero me levantó el ánimo, muchísimo, verla ahí también, y seguí corriendo.
En el kilómetro 8 me empezó a pesar, esos 2 kms faltantes ya eran de subida y el sol pegaba muchísimo, había gente caminando ya en ese tramo, pero en vez de irme igual y rendirme, decidí acelerar mi ritmo aunque me costara más esfuerzo, no podía permitir que esos factores me afectaran. Lo mejor de todo, me encontré a un amigo en ese pedazo, así que los dos íbamos ya muy animados y jalándonos para llegar con todo a la meta.
Y en eso, recibo una llamada de mi mamá que ya había llegado y que ya estaba con su medalla esperándome, fue el punch que necesitaba para mi meta. Podrán decir, ¿qué son 10 kms? Pero teniendo en cuenta que llevaba desde el 21k Coahuila en Junio sin correr y que no quería caminar ni un centímetro… Pero lo logré, misión cumplida!!
Sin duda fue una carrera muy especial y significativa, que aunque mi madrina ya no estaba con nosotros para verlo, sé que estaba presente en mi corazón, además estaba muy contenta porque mi mamá también la quiso hacer y la terminó, muy orgullosa de ella, te amo mucho mamá!!
Sé que desde allá arriba festejó mi tía con nosotras, mi manera de agradecerle todo lo que hizo en vida, y ahora les puedo decir, que yo sí tengo una hada madrina en el cielo :).
Disfruta cada segundo de tu vida, entrega el 100% de ti sin rendirte, da gracias por las bendiciones que recibes diario, porque puedes ver cada amanecer, por todo lo que tienes hoy, aquí y ahora, pero sobre todo sonríe y celebra la vida siempre!!
Besos!
Claudia C.
👏👏👏⚘
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