¿Cuántas veces has tenido tu «primera vez» en algo? ¿Cuándo fue la última vez que saliste de tu zona de confort para intentar algo nuevo?
Hace unos días decidí de salir de mi zona de confort para aventurarme a correr mi primer carrera en la montaña en la noche, Diamante Trail Nocturno 7k y 15k. Era algo que no lo tenía contemplado, lo veía lejano, pero de pronto todo se acomodó para que ese reto se presentara en frente de mi y me probara a mi misma de todo lo que puedo lograr.
Primero me invitaron a participar en el video promocional de la Copa Inov8, una serie de 5 carreras trail, y en ese momento dije «cómo es que estoy invitando a los corredores que asistan y yo no iré, debería correrlo yo también«. Dudaba un poco cuál de las 2 modalidades, pero Rodo me animó mucho a correr en la modalidad de 15k, no de 7, me dijo «sales en el video de la copa, no te debe de dar miedo nada, ese video te hace fuerte» con más razón dije «va» fuera miedos!!
No era tan fácil esa decisión, se trataba de una carrera demandante de 7k y 15k en la sierra, en medio del bosque y con una temperatura muy fría, se pronosticaba -3 grados centígrados, además ¡sería en la noche! con riesgo de que salieran animales como osos…
A pesar de todo eso, seguí firme en la decisión, sin importar las opiniones de algunos que estaban en contra de que lo hiciera, no me bajaban de loca hahaha pero bueno los corredores ya estamos acostumbrados a esa palabra, si nunca te han dicho «loco» entonces no eres corredor haha.
Así que me puse las pilas y regresé a entrenar con mi coach, empecé a comer más sano, no tan estricto pero si lo mejor posible, evitando lo más que se pudiera las harinas, para sentirme más ligera, y con mis vitaminas para tener energía, cuidando mis articulaciones.
Admito que estaba mega nerviosa por la carrera, mi mente me traicionaba y hasta llegué a dudar de mi misma, pero al mismo tiempo era algo nuevo para mi, algo que nunca lo había intentado, una aventura rumbo a lo desconocido, literal, porque no sabía la ruta. Tenía miedo de las circunstancias mencionadas, el frío, de noche, pero sobre todo pensaba que iría sola y que a lo mejor corría el riesgo de perderme. A veces la mente nos traiciona y desde antes ya me estaba subestimando.
Y cómo es el Universo que cuando tomas una decisión firme, y no sales de ahí, todo se acomoda para que cumplas con el reto. Desde conseguir todo el equipo necesario que se requería hasta el equipo humano, me fui con unos amigos y llegando ahí, empezamos a calentar y prepararnos con todo, mochila, tenis, silbato, manta térmica, lámpara, algunos chocolates para que me diera energía en el camino, etc.
El ambiente estaba padrísimo, todos con nuestras lámparas y equipados, unos 400 corredores aproximadamente, igual de locos que yo haha, era genial. Un sábado por la noche, en vez de estar en casa o de fiesta, estábamos reunidos para correr en la sierra, estaba llena de emoción, una noche excepcional para mí.
Comenzamos todos juntos, ellos eran muchos más veloces que yo, así que sólo fue al principio que estábamos juntos, yo era novata en trail nocturno y prefería irme a mi ritmo pero constante, con Mariel también partner del club. Se sentía la adrenalina en el camino, y me di cuenta que no iba sola, todos los participantes íbamos al paso y cuidándonos unos a otros, porque así es la comunidad de corredores, hay mucho apoyo y compañerismo.
Conocer el Diamante desde otra perspectiva me emocionaba mucho, lo conocía por mis distancias largas para los maratones o medio maratones, pero en el área plana o no tan adentro, a cada paso que daba iba fascinada con lo que veía a mi alrededor, la sensación de libertad y conexión con la naturaleza es increíble!
Correr no se explica, correr se siente…
De pronto, en el km 2 más o menos, Mariel se quedó atrás y me dijo que le siguiera, continué mi camino sola unos 3 kms, pero fueron muy fuertes para mí, lidiar con mis pensamientos en esas condiciones, calmar y ganarle a la mente fue un gran reto. En el km 5, separaron a los de 7k, los que íbamos por 15 nos seguimos derecho, y se hicieron más pocos, del lado izquierdo tenia a la montaña, y de lado derecho era como un barranco, así lo veía yo, hubo momentos que me tropezaba con las piedras, tenías que concentrarte mucho en tus pasos y ver bien por dónde ibas, sólo con la luz que llevabas en la cabeza y la luz que alcanzabas de los otros corredores de más adelante.
Si dejas salir todos tus miedos, tendrás más espacio para vivir todos tus sueños.
Mientras lidiaba con mis miedos, veo pasar a otra compañera del club, Chayito, para mi en ese momento fue como un ángel que me mandó Dios, le pregunté que si podía irme con ella y me dijo que sí. Así que iba jalándome todo el camino, al pendiente que fuera detrás de ella abriéndome paso.
Todo ese tramo, desde que empezamos, era pura subida, rodeando la montaña, yo sola me echaba porras, y aunque el frío se me había quitado, mis manos seguían frías aunque llevara los guantes puestos. Me comí un chocolate y seguí adelante, sólo escuchaba a Chayito gritarme, «Clau vamos!», y yo le contestaba «aquí vengo!» acompañándonos las dos, trotando sin parar, hasta yo me sorprendía.
Al llegar al principio de la cima, era 1.5km aproximadamente para subir a las antenas, ahí sí íbamos muy despacio, al menos yo. Chayito se adelantó, y yo me quedé subiendo paso a pasito, sentía las piernas duras, y adelante de mi iba otra chava, y entre las dos nos animamos para seguir subiendo, ya faltaba poco para llegar a lo más alto, seguí subiendo, y ella se quedó atrás.
Esa subida para mi, representaba todos los retos que la vida nos pone en el camino, hay situaciones que vamos acompañados, pero hay otros momentos que tenemos que pasarlos solos, para hacernos fuertes, ningún obstáculo es en vano, todo lo que nos pone el Universo es para aprender y avanzar.
Al llegar arriba y ver todo Saltillo desde ahí, dije wowww, realmente todo, absolutamente todo valió la pena, cada esfuerzo y caída en el camino tiene su recompensa, pero no lo vemos hasta que estamos ahí, en la cima, más fuertes y valientes que nunca, superando todos los miedos.
A la cima no se llega superando a los demás, sino superándote a ti mismo
Ahí estaba Chayito esperándome, obvio nos detuvimos unos minutos para la foto perfecta de esa vista tan hermosa, y continuamos el camino de bajada. Me di un resbalón haha pero nada grave, sólo tuve más cuidado para seguir avanzando.
El siguiente tramo me encantó, bajando en medio de los árboles, en un espacio diminuto, me iba apoyando en los troncos, me sentía en casa, conectando con la naturaleza. Una versión de Claudia más atrevida y más fuerte. Hubo un momento que pensamos que nos habíamos perdido, pero a pesar de eso, mantuvimos la calma, seguimos las luces y la ruta, y realmente íbamos bien, pero desconocimos el terreno.
En el km 13 más o menos, el terreno plano, con las montañas al fondo, y muchas plantas alrededor de nosotros en el camino, volteabas al cielo, y estaban las estrellas y la luna que se veía brillante y redonda, era totalmente irreal esa vista que tenía en frente de mis ojos, como de película, iba saboreando cada kilómetro, y a pesar del cansancio a esas alturas, no me arrepentía de estar ahí. Ya había llegado muy lejos y se alcanzaba a escuchar la música de la meta y las luces que nos esperaban al llegar.
Entre más me acercaba, más emoción sentía y a unos pasos de la meta escuché que mis amigos gritaron desde la camioneta, «Clau!!», me animé mucho, en ese tramo iba sola, el último kilómetro y medio. Veo la meta, avanzo con lágrimas en los ojos y cruzo la línea!
Eres lo que te propones
Lo hice!! Lo logré!! No podía estar más contenta!! Completé la carrera 15k, sin parar, sin rendirme, doy gracias a Dios por tan hermosa y desafiante experiencia, definitivamente la Claudia que terminó no es la misma que empezó la carrera, llegué más fuerte y valiente, más libre y sobre todo más feliz!!
Acabé completa, sin molestias, sin lesiones, con muchas ganas de seguir haciendo trail, se convirtió en adicción, de seguir haciendo cosas nuevas y de superar más retos que ponen a prueba mi fuerza mental.
Después me di cuenta que corrimos a una temperatura de -2ºC y dije woww, lo logré, nada me detuvo!!
Sigo confirmando que mientras quieras hacer las cosas, no hay nada que te detenga, no permitas que nadie te haga dudar de tu capacidad, atrévete, enfrenta tus miedos, y confía en todo lo que puedes lograr y en lo lejos que puedes llegar, está en tí!!
Entrena tu mente para el «sí puedo» y elimina el «no puedo»!!
Una vez más comprobé que no hay imposibles, mientras crea en mi misma, esta carrera es un logro del cual, estoy muy orgullosa!!
Besos a todos!
Nos vemos pronto 🙂
Claudia C.
eres una campeona!!!
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Te adorooo!!!
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