Creer en mi, la clave de este 21k Coahuila

Definitivamente lo que caracterizó a mi quinto 21k Coahuila es haber tenido una mentalidad fuerte de optimismo pero sobre todo, haber creído en mi misma, en todo el potencial que tengo y aprovecharlo al máximo para cumplir con mi objetivo.

Estamos acostumbrados a ser conformistas y no tomar riesgos grandes para tener resultados diferentes y mejores, pero en esta carrera aprendí a darlo todo sin miedo a nada, a seguir y seguir avanzando sin rendirme ni pararme, a atreverme a dar ese paso gigante que antes no lo hacía por miedo a lesionarme nuevamente.

Después de terminar con un RP en el 15K GIS mi mente se hizo más fuerte y mucho más positiva respecto a mí y eso me llevó a no bajar la guardia en lo que quedaba de días para el 21K.

Cosas básicas que hago antes al 21k Coahuila

• Preparación física, mental y espiritual
• Dormir bien
• Cero desveladas
• Hidratación constante
• Alimentación sana
• Masajes de descarga
  

Crónica del 21k Coahuila

Ya estaba a la vuelta de la esquina la carrera, el sábado fui por mi kit de corredor, compré mis geles, me hidraté, comí mi ensalada de carbohidratos (a pesar que había carne asada en mi casa haha) y me relajé con la familia ese día.

En la noche me acosté temprano, preparé mi outfit y me puse a meditar y hacer ejercicios de visualización para tener una carrera exitosa. Siempre se me hace difícil dormir bien una noche antes, pero esta vez traté de relajarme y descansar y vaya que sí lo logré hahaha, no quería ir toda desvelada.

El domingo me desperté a las 5:15 am, me cambié, desayuné mi pan blanco con nutella y para las 6:10 am ya estaba saliendo de mi casa para irme a reunir con mi club, mi papá me dio un ride, me despedí y me dio la bendición como siempre lo hace.

Llegué con mi equipo, saludé a mis compañeros, nos tomamos fotos y me puse a calentar. Me sentía muy bien en todos los aspectos, estaba segura que mi tiempo sería menor y que terminaría súper bien. En ese momento que me levanté de hacer los desplantes, sentí un pequeñísimo calambre en mi rodilla izquierda y me empecé a paniquear hahaha. «No no me puede pasar esto ahorita». Por suerte estaba Alexia de Fisiovital, donde voy a hacerme mis masajes de descarga, estaban instalando su toldo para los masajes de recuperación al final de la carrera, así que fui con ella y me dio unos ejercicios de estiramiento, al parecer hice un movimiento brusco sin querer cuando estaba calentando y por eso me dio el calambre. 

Respiré profundo y me fui trotando suavecito a la salida para acomodarme junto con mis compañeros. Froté mis manos, me di masaje para calentar la rodilla y la visualice con luz rosa para que se me pasara el dolor, seguí respirando profundo y me relajé. Empezó el Himno Nacional, dieron el disparo y arrancamos, llevaba en mi mente las palabras de ánimo de mi familia y amigos, y me propuse hacer mi mejor papel en este 21k.

Desde que sales está lleno de gente echando porras, no falta ni un tramo de porras, todos gritando, cantando, carteles de apoyo, agua, dulces, chocolates, naranjas, grupos de música, etc, en toda la carrera están presentes animando a los corredores. Eso es algo que caracteriza al 21k Coahuila, la fiesta que se hace en las calles para apoyar a todos los participantes.

Sabía que por ahí en la salida iba a estar mi papá, su primer punto para echarme porras, así que iba súper atenta de lado izquierdo, lo veo le grito y lo saludo pero no me vio haha y seguí, quise empezar suavecito para calentar mis rodillas y que cediera el calambre, hasta pensé, «no puede seguir el dolor, se tiene que quitar ahorita, yo tengo que terminar este 21k, ni de chiste me voy a salir antes» Cuando menos acordé, el dolor se quitó y yo me puse mega feliz y ahora sí le di a mi ritmo. Los primero kilómetros  están pesados porque son de subida, una muyyy pronunciada hahaa pero la lleve a paso suave para no gastar mi energía y poder aguantar el último tramo del 21k sin problema. 

Adelante de mí iba una corredora con un mensaje muy bonito en su playera, en su espalda decía: «Dios corre conmigo» me cayó como anillo al dedo, esos mensajes te animan muchísimo mientras vas corriendo.

Al final de esa subida, casi en el km 5, estaba una de mis mejores amigas que siempre me espera ahi 🙂  para echarme porras, me animó verla para cargarme de energía y ánimo,  me dio un chocolate y un Gatorade que me supo a gloria, le di unos cuantos tragos y continué. Ya había pasado la subida del terror ahora venía un buen tramo de bajada hasta el km 15.5 mas o menos. Así que a partir de ahí dejaba que mi cuerpo fluyera sin poner presión ni detenerme, salían las zancadas solitas, como si estuviera volando, así me sentía. 

En eso, mientras iba de bajada por la calle de Abasolo, me encontré una pluma de ave  blanca grande en el suelo, para mí fue como una señal de que Dios estaba presente corriendo conmigo, tal como el mensaje que había visto, así que cuando la vi se me hizo el nudo en la garganta y se me salieron las lágrimas, sabía que mi carrera sería un éxito, que no corría solía.

Seguí avanzando y ya estaba por llegar al km 7, en la calle de Juárez, por ahí nuevamente volvería a ver a mi papá, por la Catedral me dijo, así que iba atenta a la gente, cuando menos acordé escuché que alguien gritaba «ánimo, ánimo, vamos ustedes pueden» y dije esa es la voz de mi papá!!  Volteo y  ahí estaba parado en la banqueta gritando y echando porras, le grité y lo saludé, me echó porras y seguí con mi camino, nuevamente más motivada por su presencia y le eché más ganas.

Pasando el km 11, sabía que mi familia también estaría ahí, al acercarme mi hermana me grita y volteo súper feliz, y vi que no sólo estaba ella sino también mi hermano disfrazado de «El Matador» haha lo mejor del mundo, mi mamá y mi cuñado también,  traía una risa combinada con el nudo en la garganta por verlos a todos ahí, animándome, se me salieron las lágrimas y continué con más energía.

 

Yo seguía con mi trote, concentrada sin gritar ni hacer muchos movimientos para no gastar mi energía, era importante conservarla para el último tramo de subida.

Cuando pasé el km 14 más o menos, un amigo me alcanzó, me dio unos tips para aflojar los hombros, bajar más los brazos y no correr tan tensa, a partir de ahí así me la llevé. Cuando menos acordé ya estaba en el km 16, todo de subida, empezaba lo más pesado del 21k. De sorpresa me encontré en la porra a varias amigas en ese tramo, así que me subió el ánimo bastante!!

Yo me sentía muy bien todavía, sin parar, relajada y muy contenta apreciando toda la gente y las porras presentes. Faltaba muy poquito pero cada vez se hacía más eterno. Me repetía en mi cabeza «NO PARES, NO PARES, TÚ PUEDES, SIGUE ASÍ» entre más avanzaba mis piernas se sentían más duras y el solazo cada vez más picante. Gracias a Dios cerca del 19, era el último punto donde estaría mi familia, así que esperaba con ansias locas llegar ahí para verlos y cargar pila. Cuando llegué estaban mis papás y mi hermano gritándome «ya casi llegas, ánimo tú puedes» obvio se me salieron las lágrimas y me dieron el último punch para los 2 kms que faltaban, los más eternos.

Al final del km 19 pasamos por debajo de un puente y ahí todos ya estaban gritando de emoción y después hay una subida empinada, esa la sentí del terror, con el calorón y las piernas cansadas, la subí y ahora sí sólo 1 KILÓMETRO MÁS, me quité los audífonos ya a esas alturas iba bien harta de todo, ya no quería saber de tiempo ni de ritmo, quería disfrutar el momento, escuchar a la gente echar porras, ver la meta sin presión y llegarrr yaaaaa!!! 

Sabía sin duda que iba muchísimo mejor que el año pasado, pero no quise obsesionarme con eso, empecé a subir el ritmo, cuidando mi cuerpo, lo suficiente para terminar con todo pero sin sentirme mal. Algo súper importante y que he aprendido mucho desde que corro es conocer mi cuerpo y saber escucharlo.

Entre la porra estaba una amiga del club, siempre es bonito ver a gente que conoces echando porras y más cuando ya estás devastada y necesitas un empujón. Gracias Dianita!!

 

La confianza en ti misma es el secreto tu éxito.

Respiraba hondo al mismo tiempo que aumentaba el ritmo para llegar a la meta, los últimos metros siempre son eternos y entre más te acercas más se aleja la meta hahaha y empiezas a ver estrellitas. Ya sin audífonos, sin música, veía a toda la gente en cámara lenta gritando y a lo lejos veía que todavía el tiempo estaba en las 2 horas treinta y tantos y eso me emocionó muchísimo.

Traía la emoción al máximo y con el nudo en la garganta «YA CASI LLEGAS, YA CASI» me lo repetía para no parar.

Me acerco a la meta, me da mucha felicidad y que creen?

Cruzo la meta con un tiempo oficial chip de  2:31 minutos wowwwww, nuevamente hice RP, mejorando 6 minutos comparado con el año anterior, más contenta no podía estar, mantuve mi ritmo, sin pararme nunca, sin caminar ni un segundo y sola todo el trayecto sin partner, eso para mi era uno de los retos más difíciles porque como decía en el post anterior del 15K GIS  controlar tu mente de principio a fin, echándote porras a ti misma es difícil pero no imposible, y aquí tengo mi resultado de esa fuerza mental.

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A la cima no se llega superando a los demás, sino superándote a ti mismo.

Mi quinto 21k Coahuila me enseñó a salir de mi zona de confort, entregar mi alma entera en esa carrera, disfrutar de CADA PASO que daba, tanto así que los primeros 14 kms se me pasaron de volada, cuando menos acordé ya iba en el 15, y nunca me había pasado. Pero sobre todo aprendí a conectarme conmigo misma y confiar en toda mi capacidad.

Cuando crees en ti mismo, nada es imposible.

 

NUNCA DEJEN DE CREER!!

 

Besos a todos!

Claudia C.